La primera etapa de este recorrido finalizó en Reinosa. Allí, como se prevé hacer en todas las localidades donde finalice la etapa, se reunió el grupo de caminantes con un buen número de personas que se acercaron para hablar del Comunal y lo Comunal.
Tras la presentación de algunos estudios científicos que hablan del cerebro ético o moral, Fernando expuso la necesidad innata del ser humano de ayudar y cuidar a sus semejantes. Característica ésta que en el pasado sin duda fue vital para superar las dificultades que se nos presentan en el día a día de forma efectiva y autosuficiente, haciendo virtud de la necesidad.
Se habló del Comunal en tierras palentinas y leonesas. Suertes de leña que aún perduran, casas de pastor, casas de maestro… Carmela recordó los hornos comunales donde aún hoy en algunos lugares se turnan semanalmente para hacer el pan para la comunidad. Otro ejemplo que aún se mantiene de esta sociedad comunal es el cuidado de las fosas funerarias en algunas zonas de Navarra y de cómo se daba la bienvenida a los nuevos vecinos en Deusto, con el pretexto de pedir sal para entablar relación y acogerlos en la comunidad. Tradición esta última, que comenzó en el origen de esa comunidad por iniciativa de un religioso.
Se habló del concepto de casa en Euskal Herria como lugar de los que fueron, los que son y los que serán. Abierta para la vuelta de aquellos que se fueron y cuyo heredero no solo acepta los bienes materiales si no también los éticos que implican el cuidado de quienes allí moran consiguiendo que no exista solo en los propietarios el sentimiento de cuidado y pertenencia y consiguiendo que sea compartido por todos los que forman la casa.